
Los ojos se descubren como espejos donde asomarse y contemplar tranquilamente el crujir de los tejados de la ciudad. El sol se despide bailando por la fachada a ritmo perezoso.
Como cada lunes, Nicaria tiene la ropa tendida en el balcón: los trapos que quitaron polvo de cobardía, calcetines con sudor a pasos apresurados, la toalla que arropó sus relatos inventados para endulzar la realidad y las sábanas que transpiraron las locuras más caprichosas.
Como cada lunes, Nicaria tiene la ropa tendida en el balcón: los trapos que quitaron polvo de cobardía, calcetines con sudor a pasos apresurados, la toalla que arropó sus relatos inventados para endulzar la realidad y las sábanas que transpiraron las locuras más caprichosas.
Como cada lunes, Nicaria tiene la ropa tendida en el balcón: siempre impecable y con olor a hierbabuena.
1 comentari:
Me agrada mucho tu blog, lo poco que lo he ojeado, sobre todo esta de "Víctima de la poesia i la filosofia. Insatisfeta social." creo que ya somos dos, inmiscuidad en esta dulce y terrible locura.
Saludos desde Costa Rica.
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