diumenge, 18 de novembre del 2007

[ ¿casualidad? ]



...le llaman casualidad,
cuando no supe agradecerle sus manos tibias
y el silencio se tiñó de gris,
cuando subimos escupiendo al otro
y el Sr. Acabar de apellido Conelhambre se hace quimera.

... le llaman casualidad,
cuando la lluvia se entrega
musicando nuestras tardes de mayo,
cuando el tren partió a las cinco
y llegaste a la cinco y un minuto.

...le llaman casualidad,
cuando perdí los zapatos,
el camino me besó con sus secretos
y aprendí.

Sólo sé
que por decidir una madrugada,
de casualidad,
que ya no te amaba,
aun sigues aquí adentro.

[Fragmento de: "El faro de todos los días"]



- Me gusta este baile- dijo ella

-No està mal, pero es un poco raro...

-No más que tú.

-Yo no soy raro; son las cosas que se vuelven raras.

-¿El amor, quieres decir?

-Supongo que sí...

-¿Por qué no lo aceptas? Admite que el amor es esto, algo tan simple como un movimiento...

-No te líes, cariño. Lo del Amor es un cuento

-Pues cuéntame otro antres de dormir.



Autora: Magda Bandera

dissabte, 3 de novembre del 2007

[Programa largo a 60º]



Los ojos se descubren como espejos donde asomarse y contemplar tranquilamente el crujir de los tejados de la ciudad. El sol se despide bailando por la fachada a ritmo perezoso.

Como cada lunes, Nicaria tiene la ropa tendida en el balcón: los trapos que quitaron polvo de cobardía, calcetines con sudor a pasos apresurados, la toalla que arropó sus relatos inventados para endulzar la realidad y las sábanas que transpiraron las locuras más caprichosas.

Como cada lunes, Nicaria tiene la ropa tendida en el balcón: siempre impecable y con olor a hierbabuena.